Subiendo por la Avenida Argentina, hasta donde finaliza, en su extremo norte, se encuentra un obra arquitectónica digna de ser visitada.
Es interesante conocer un poco la historia y saber que este monumento del centenario, fue construído en el año 2004 para el centenario de la ciudad. Anteriormente en el mismo lugar se encontraban veintiún mástiles que recordaban a los regimientos de la Campaña del Desierto.
Actualmente cuenta con el mástil más alto de la patagonia, de 49,6 metros de altura, y 12 toneladas de peso. Su estructura en su conjunto está pensada para soportar vientos superiores a 200 kilómetros por hora, lluvias torrenciales y el peso de la bandera mojada, que tiene 15 metros de largo, por 9 de alto.
Los fines de semana se transforma en el paseo familiar obligado, para tomar mate, hacer ejecicios, o recorrer las cercanias,
ir hasta el balcón de valle, visitar el cristo de la hermandad, o tan sólo pegarse una vueltita en bici para pasear y disfrutar.
Fotografías: Hernán Konopka.