Un nuevo concepto
para un ritual milenario.
A tan sólo 61 Km. de Neuquén Capital hay un lugar mágico entre los 37,5° y 40,5° de latitud sur.
Pensando no sólo en vinos, sino tambien en la arista turística, esta bodega se destaca por su cuidada arquitectura, digna de ser apreciada.
Está hecho en el sur, pero es para el mundo, quien lo ofrezca a sus ojos podrá ver la luz patagónica que atraviesa su espesor cristalino, quien aprecie su aroma sentirá la energía pionera de este vino nacido en las tierras más australes del mundo, quien lo ofrezca a su paladar podrá tocar el sabor de este valle.
A mediados del año 2001, los accionistas de Viñedos de la Patagonia decidieron incursionar en la actividad del vino atraídos por un importante desarrollo vitivinícola en la provincia.
La capacidad en tanques de acero inoxidable es de 1.000.000 de litros, 228 barricas de roble francés y americano equivalente a 51.300 litros y además una capacidad de estiba de 100.000 botellas.
La infraestructura de la bodega cuenta con una capacidad para albergar 2.600.000 litros en tanques de acero inoxidable, 640 barricas de 225 litros cada una y 100.000 botellas en estiba.
Los productos que se comercializan son MALMA VARIETAL y MALMA VARIETAL ROBLE. Malma significa en lengua Mapuche “orgullo”.
En el restaurant Malma podrá descubrir el encanto de perder la mirada sobre los viñedos, degustando el vino en su lugar de origen, acompañado por excelentes platos patagónicos. Conejo relleno con gírgolas y costra de almendras. Carré de chancho con salsa de vino tinto Malma malbec 2003 y chutney de ciruelas y peras. No abre los sábados por la noche.