El volcán Lanín (3,776 m) está situado en el sud-oeste de la provincia de Neuquén (39º S, 71º O), a orillas de la ruta provincial Nº60 que une Argentina con Chile a través del paso Tromen (también conocido como Mamuil Malal) . Está rodeado por el parque nacional homónimo y numerosos lagos (Huechulafquen, Paimún y Tromen).
Sus laderas están cubiertas por bosques de Pehuenes (araucaria araucana), árboles milenarios que pueden alcanzar hasta 70 mts. de altura, y que sólo crecen entre 4 y 8 cm. al año. Geológicamente, el Lanín, es uno de los volcanes más jóvenes de los Andes, de forma cónica, constituido por basaltos de distintas edades, difíciles de distinguir entre sí por haber recibido erupciones más jóvenes.
La cumbre está cubierta de nieve y hielo durante todo el año y con forma un casquete de varías decenas de metros de espesor. Sus laderas poseen vegetación hasta alcanzar los 2000 mts de altura. Se lo considera extinto y una de las montañas mas hermosas del mundo.
Su nombre, como toda casi toda la toponimia de la provincia de Neuquén, tiene su origen en el idioma mapuche y significa: "Hundirse" o "Nos hundimos (en la ceniza volcánica o en la nieve)"
Para ascenderlo es necesario la compañía de un guía nacional de montaña, y de un equipo que incluye: una mochila, para colocar ropa de abrigo, pasamontañas, lentes para sol con filtro UV, una bolsa de dormir, una linterna y se llevarán también, para utilizar en el momento de transitar sobre los glaciares, grampones y piquetas. Además, es importante estar provistos de alimentos energéticos y de un botiquín.
También es recomendable un entrenamiento físico, por las exigencias que el ascenso requiere en caso de llevar una vida sedentaria o de poco ejercicio físico.
El volcán Lanín es considerado el símbolo de la provincia y forma parte central del escudo y la bandera de la misma.