Ubicado en la intersección de las calles Ginés Ponte y Don Bosco, edificado hace alrededor de cincuenta años, con una arquitectura neogótica implantada en este lugar al igual que en otros puntos del país, responde a la imagen de templo que tenía el inmigrante.
El Santuario constituye un lugar de referencia para quienes llegan a Junín de los Andes. En él se venera a la imagen de Nuestra Señora de las Nieves y a la beata Laura Vicuña; de quien se expone una vértebra en una urna.
En el año 2000 fue remodelado con un diseño vanguardista que trata de expresar en lenguaje arquitectónico la fusión de culturas que caracteriza a la población local.
Sus características arquitectónicas hacen que, además de constituir un lugar de convocatoria religiosa, resulte de atractivo desde el punto de vista cultural.
Su "lenguaje" interior, tiene influencia gótica en su bóveda de arcos apuntados. Esta descansa casi al nivel de piso, a diferencia del gótico clásico que se apoya en altos pilares.
Estos arcos se utilizaron para proyectar el sector de presbiterio, capilla diaria y cerramientos, componiendo las líneas curvas con símbolos mapuches y cristianos.
Los pueblos originarios realizan sus rogativas bajo la bóveda del cielo azul, y su templo es la naturaleza. Con la incorporación de artesanías y signos que manifiestan su visión de la vida y con elementos naturales, se intenta mostrar su presencia y algo de su sabiduría.
Dentro del recinto cuenta con personal que sirve de guía brindando las explicaciones que los turistas requieran. Desde allí parten todas las actividades religiosas que se realizan en la localidad.